San Francisco Symphony muestra una identidad que va al ritmo de las composiciones clásicas por Collins

Establecida en 1911 San Francisco Symphony es una orquesta sinfónica estadounidense con sede en San Francisco, California. Desde 1980, la orquesta realiza sus funciones en el Louise M. Davies Symphony Hall. La orquesta ha ganado el premio Emmy y 15 premios Grammy en los últimos 26 años.

El concepto de música clásica, parece ir de la mano con una percepción errónea, en donde se cree que es música elitista. La agencia Collins ha desarrollado la nueva identidad de San Francisco Symphony y busca cambiar la mentalidad de quienes consideran a esta música como: «inmutable, polvorienta y del viejo mundo solo para audiencias de élite».

Versiones del logotipo y patrones tipográficos. 

Una identidad para el futuro

Con 108 años de historia, la San Francisco Symphony tenía como objetivo cambiar la percepción de las personas sobre la música clásica. Una expresión de arte relevante y que evoluciona de manera constante, al igual que su marca. Un diseño que sentara las bases para el futuro.

Collins se encargó de crear una nueva visión para la orquesta sinfónica. Con una visión al futuro que pone a la música clásica como una preocupación global y contemporánea, que se centra en su comunidad.

Para desarrollar la nueva visión de la orquesta, Collins hizo una investigación que involucraba el trabajo de músicos, público, personal, el liderazgo ejecutivo y los miembros de la junta de Symphony. Esto también dio origen a la nueva identidad visual, que presenta un lenguaje flexible y expresivo, que se basa en las diferentes melodías de las obras musicales.

Animación de la marca denominativa.

Portadas y Boletos.

Un diseño flexible y adaptable

La nueva identidad utiliza un sistema visual receptivo que se adapta y evoluciona según sean las necesidades de la orquesta. Podemos apreciar el dinamismo en cada aplicación, en donde las letras cambian de tamaño para simular que van al ritmo de la música. Esto es aún más notorio en las animaciones tipográficas en formatos digitales.

Estos diseños buscan representar «las cualidades dinámicas de la música clásica». Se utiliza una tipografía tradicional. Que además es un guiño a la herencia de la música. En la paleta de colores destacan el blanco y negro «atemporales», dos colores que representan «formalidad». Pero para cada campaña se utilizan una serie de colores complementarios que se adecuan a las diferentes presentaciones de la orquesta.

Generador de palabras, tipografía, banners y publicidad exterior.

Una plataforma en línea Symphonizer

Todas las empresas han tenido que reinventarse debido a la pandemia. Por lo tanto San Francisco Symphony estrenó recientemente uno de sus productos en línea llamado Symphosizer. Es una plataforma en la que los usuarios pueden disfrutar de las presentaciones desde la comodidad de su casa.

Una solución para hacer frente a los problemas de cierres indefinidos de salas de conciertos en todo el mundo. En la plataforma se puede acceder a vídeos que recrean los conciertos de música clásica.

Una experiencia interactiva

«En el fondo, la música clásica es una experiencia interactiva», comenta el director creativo de Collins, Louis Mikolay. «Debido a que no hay letra, cada oyente está abierto a interpretar la música a su manera. Symphosizer realza esta idea invitándote a explorar un viaje emocional completamente personal durante una actuación. El movimiento de las letras simboliza las expresiones emocionales de la pieza, capas y detalles en la música que pueden haber pasado desapercibidos anteriormente. Aporta una nueva profundidad a ese viaje personal «.

El cambio en la identidad de la marca. También responde a un cambio a nivel administrativo. Ya que su director musical que fue parte de la orquesta durante 25 años, Michael Tilson Thomas, terminó su mandato.

Su cargo lo tomó el director y compositor filandés Esa–Pekka Salonen. Enfrentando uno de los desafíos más grandes que la industria haya enfrentado nunca. Salonen desea mostrar el lugar válido de la música clásica en el siglo XXI.

Trabajaron juntos para formar «un plan experimental para el futuro de la música sinfónica construido sobre un modelo de liderazgo artístico nuevo e innovador», dice Collins. Ocho socios colaborativos pertecen a este grupo. Entre ellos Bryce Dressner de The National, la empresaria de inteligencia artificial Carol Reiley, la bajista Esperanza Spalding, la vocalista clásica Julia Bullock, la flautista experimental Claire Chase, la violinista Pekka Kuusisto y el compositor y pianista Nicholas Britell.

Posters de diferentes funciones.

Detalles exteriores con la nueva identidad.

Análisis de la identidad de San Francisco Symphony

El logotipo anterior de San Francisco Symphony se inspiraba en la arquitectura de Louise M Davies Shympony Hall, con esas formas rectangulares en el isotipo. La tipografía era delgada en mayúscula y con serifs.

En el nuevo diseño vemos una identidad cuyo fuerte es la tipografía, esta utiliza un sistema flexible y adaptable para fusionarse con el sonido de cada obra. El objetivo es llevar la música clásica a un público más actual y que se sienta como un placer contemporáneo. Esta marca denominativa con serif, gana más presencia en los formatos digitales, es allí donde vemos como se alinea a las composiciones. Cuando no se encuentra en movimiento es normal leer comentarios como: «Parece una marimba», al menos es la crítica que hacen sus seguidores en Facebook.

La paleta de colores utiliza el Blanco y negro para lograr esa sobriedad que suelen ir de la mano con la categoría de arte, como galerías, museos, etc. Esto se hace con el objetivo de no quitar presencia a sus diferentes temáticas que utilizan por temporadas.

Referencias: