La agencia de diseño eslovaco Pergamen tuvo la tarea de rediseñar el envase y el logotipo de una gama de yogurts de primera calidad producidos por la empresa láctea Malý Gazda. El reto principal de este cambio fue lograr comunicar las diversas líneas de productos con un presupuesto limitado que limitaba la creación de más ilustraciones.
Pergamen superó este problema mediante la creación de un diseño simple y evocador de un muchacho joven que alimenta a un pequeño cordero, esto para la marca y creando diferenciación entre los sabores, cambiando el color de este logotipo y de la faja lateral que une la tapa con el envase de vidrio. El resultado es un trabajo minimalista, compacto, con detalles elegantes que le dan ese status premium y con la utilización de palera de colores acorde al sabor que se ve al fondo de producto.
